
El que entiende de que se trata avanza en consonancia con el crecimiento, porque sabe que evolucionar es la única alternativa en un mundo tan maravilloso como cruel, así es el fútbol un arma de doble filo en el que solo los disciplinados pueden subsistir, sabiendo que disciplina es sinónimo inexorable de éxito, porque si bien al trabajo no siempre lo sucede el éxito, la ventaja es mucho más amplia con respecto del que no hace todo lo necesario para ampliar sus capacidades. César lo ha hecho, llevo a Venezuela por primera vez a un mundial FIFA en categoría sub 20, hizo competir a la vinotinto absoluta en una Copa América consiguiendo la mejor colocación histórica para nuestra selección en el torneo, fuimos cuartos en Argentina 2011, la lotería, que no es tan lotería, de los penales nos dejo afuera, pero el trabajo estaba hecho Farías junto a su equipo lo habían conseguido.
Que gratificante sería encontrarse constantemente con hitos que quedan marcados en la historia, gracias a las capacidades de los nuestros convertirnos en referentes desde todos los puntos de vista, como César Farías que a muy temprana edad supo liderar a un equipo con tanta tradición como el Deportivo Táchira, hasta el punto de hacerlo protagonista en la máxima cita de clubes a nivel sudamericano, entendiendo que el juego necesita de impronta, de estilo, de personalidad, pero además de mucho trabajo y formación.
El camino continuó había que poner marcha en busca de desafíos y él lo entendió, se fué a Bolivia a trabajar con The Strongest para salir campeón con el más grande del país, que roza el cielo por su altura todo esto en 2016. Su campaña al frente del club lo llevó a la selección boliviana hasta el punto de hacer la mejor campaña histórica de eliminatorias en la era moderna de la verde, llegó con chances matemáticas de clasificarse al mundial hasta la fecha 15, con su ciclo cumplido en el altiplano se marchó.
Era el momento de lograrlo en Ecuador la Sociedad Deportiva Aucas apostó por el venezolano César Farías, pasaron 43 temporadas para que los orientales consiguieran la gloria, 22 jornadas sin derrotas una temporada histórica para el ídolo capitalino, invicto y con título nacional, el primero desde su fundación.
Farías, fiel a su estilo, sabiendo que tenia que sufrir en la vuelta después del 1 a 0 en casa de los canarios, entendió que el empate le bastaba y que no había que jugar bonito, había que saber jugar, en un penal Damián Díaz pudo aguar la fiesta pero Galíndez se agigantó como tocado por Dios.
Lo hizo nuevamente, Farías lo consiguió no hay mucho para discutir, hay mucho que aprender del mejor técnico venezolano de la historia.
~Carlos Alfredo Gómez @carlosalfredo13
